5 de mayo de 2009

"...si saben, mejor"

El profesor Eugenio Sarraiz Allier, todavía rector del CONABA nos dio la bienvenida.

- Buenos días, alumnos.

- Buenos días, Señor Rector.

Y ahí nomás comenzó con su discurso de inicio de clases. Sus palabras conteniendo todas las sentencias de rigor para esos casos se han borrado de mi memoria que evidentemente estaba prestando más atención a otros aspectos que mostraba el patio esa mañana los cuales sí recuerdo todavía.

La fila que me correspondía ya presagiaba lo que luego en el aula se confirmaría: la desproporción entre la cantidad de varones y mujeres ese primer año era absoluta: ellas se imponían cómodamente 25 a 8, lo que en cierto punto no dejaba de resultar interesante a la hora de pensar al grupo como una manada. Más aún si se tiene en cuenta que salvo irremediables excepciones las chicas más lindas le habían correspondido a ese “1ro. 1ra.” en el reparto. O al menos eso pensábamos los chicos.

- En el reparto salimos beneficiados –dijo Darío casi dándose vuelta, lo cual todavía se asumía como un riesgo de reto por parte del preceptor (preceptora, en nuestro caso).

-Así parece. –Contesté.

La aparición de Diana, nuestra preceptora a mi lado me paralizó lo justo y necesario como para volver a escuchar al rector justo cuando expresaba

- …por eso, el lema del Colegio Nacional de Banfield es “Formemos jóvenes buenos, si saben, mejor”

Entre el deslumbramiento por la sonrisa de Diana, la preceptora más joven y bonita del staff, y el ser muy “tiernito” -como decía mi viejo- no me permitió medir el alcance de semejante postulado.

Terminado el acto de inicio de clases nos dirigimos al aula que nos correspondía y, entre lento y demasiado respetuoso, terminé sentado en un banco de la segunda línea de una fila corta que ocupaba el espacio que generaba un bow window que daba al patio lateral de la casona y que para las diez de la mañana dejaba pasar a través de sus vitreaux el cálido sol de marzo.

Una de las horas de clases de ese día resultó libre, lo cual permitió que de una manera más caótica que organizada fuéramos conociendo las identidades de quienes estaban más o menos cerca en las ubicaciones.
Entonces, alguien dijo

- Ya que nos vamos conociendo pongámonos de acuerdo en algo. Nunca nos vamos a referir al otro por el apellido, vamos a llamarnos siempre por el nombre, Lo del apellido quedó para la primaria ¿Sí?.

Y así fue nomás. Aún hoy vale ese principio.

Y cómo me gustaría que hoy más colegios contaran con docentes como el profesor Allier que hicieran valer eso de las buenas personas por sobre los conocimientos que puedan adquirirse en una etapa como es la de la educación secundaria.

11 comentarios:

Figo dijo...

Esta bueno eso de tener mas mujeres en el curso...lamentablemente tanto en el colegio como en la facultad y hasta en los laburos, ha estado muy mal repartido...

a mi me empezaron a llamar por el apellido y se deformo obviamente hasta llegar al nick que uso actualmente...bueno vos conoces mi apellido...era casi obvio el manoseo...

Lin dijo...

Myu bueno el lema del CONABA. Me encanta la ansiedad de los primeros días, la gente nueva, el banco nuevo.. que nerd que soy jajaja
En la primaria se llamaban por el apellido??

bel! dijo...

Yo tuve dos profesores que nos valoraron más como personas que como "estudiantes", uno, del secundario, dijo que las pruebas eran lo suficientemente estresantes como para que las personas pasen por ellas. Era profesor de Física. (?)
Y el otro, el Mr Flowers, mi profesor de ingles de mi exuniversidad, y decía que primero cultivemos el alma y después el intelecto con absurdos modismos, q se yo.
La hija de Cafiero, María Inés, tmb, ella ponía a la persona por sobre todo. Sí, nada que ver con el viejo Cafiero, totalmente opuestos.
Ahora en mi curso actual, somos 21 mujeres y 8 varones. En mi "grupito" somos 4 mujeres y uno de ellos, y nos tiene cagando a las 4, no sé como hace! Ja

Abraxo!

natxus dijo...

Figo: Mi apellido es tan corto que no da para achicarlo... Je!!

lin: No te olvides que corría el año 1978. Era muy raro que un profesor te llamara por el nombre (aunque había honrosas excepciones qeu llegarán en relatos de más adelante en el tiempo)

bel: supongo qeu por eso de sentirte alguien y no un numero es que ni solo a mí el colegio produce tanto sentido de pertenencia.

Tefilina dijo...

que lindo... mi secundaria era una especie de cárcel y el rector un viejo hijo de una gran siete...
Y nos llamaban por el apellido, claro.
Pero hubo profesores 20 puntos... a algunos los terminaron echando, pero otros perduran (porque no fueron tan obvios)

Clau dijo...

¡Qué definición! ¡Y en los '70!
Con los compañeros y compañeras de mi curso nos hicimos buenas personas de casualidad, que si fuera por el "ejemplo" de la dirección escolar... olvidate! Y por el apellido sólo llamábamos a uno, que hacía chistes DEMASIADO tontos. Hoy en día, ya le decimos "Gabriel".
Saludos desde Córdoba.

TucuMala dijo...

paso hace tanto tiempo... pero igual considero que la educacinon secuandria es pilar de las siguientes!

y qu elinadas eran las HORAs LIBRES!


TucuMALA

Eric dijo...

Me gustó mucho el relato.
Lo que más me sorprendió fue esto: "Lo del apellido quedó para la primaria ¿Sí?."
En mi caso, fue exactamente al revés. En la primaria nos llamábamos por el nombre. Cuando pasé al secundario, en el mismo colegio, empezamos a llamarnos por el apellido. Ya éramos "grandes". Lo más gracioso era que la mayoría nos conocíamos desde antes, pero pasamos a utilizar el apellido sólo por el hecho de haber pasado al secundario.

mau dijo...

Hermoso relato, somos casi contemporáneos Natxus, pero a mí me paso como a Eric, en la primaria nos hablábamos por los nombres (entre nosotros y hasta las maestras nos llamaban asi) y en la secundaria, a pesar de conocernos de años con algunos, nos nombrábamos por los apellidos. Supongo que sería la formalidad la daría el hecho de tener : director, vicedirector, rector, vicerrector, jefe de preceptores, vicejefe, un ejército de preceptores y ni hablar de la cantidad de profesores. Todo esto hacía a la secundaria mas "impersonal" con respecto a la primaria donde lo único que enfrentábamos era la directora y nuestra querida maestra. Mis cordiales Saludos.

ani dijo...

qué lindo si esto se pudiera llevar adelante hoy.
Parece una utopía.

Las escuelas de hoy son nada másy nada menos que el reflejo de la sociedad de hoy.

Por suerte, algunos, sólo algunos, siguen mirando a las personas. Esos son los verdaderos revolucionarios. Y con los que uno más aprende..

Un beso! Muy lindo tu post.

natxus dijo...

Ava: Agradezco siempre haber elegido el colegio que elegí. No hubiera podido bancarme profesores de merda y estructuras cerradas.

Clau: Retribuyo saludos. Y creo que porque eran los 70 y la dirección del Colegio no estaba tildada de "zurda" es que se podía enarbolar esa premisa.

Tucumala: Gloriosas las horas libres!!!!!

eric: No era muy común tampoco en esa época lo que pactamos. Pero se dio así y valió la pena.

mau: un poco lo que le dije a eric. Y por otro lado, en realidad sentíamos el COlegio como una proyección de nuestras casas. Y hoy valoro mucho más esa mística.

Ani: Comparto. Veo a mi hija mayor y su colegio secundario y no me sorprende que no sienta lo que sentía yo por el mío. Como siempre, gracias.